Año: 2014 | País: Argentina | Género: Heavy Metal/Hard Rock | Formato: CD | Sello: Pulmonar Recordables/PRV Label Group
Pasaron tres años para que la banda de la provincia de Buenos Aires, TRAETORMENTAS edite su nuevo y segundo disco denominado “Umbral”. Recordamos que su predecesor “Jaque Mate” fue editado en el 2011, y desde ese mismo momento, la banda parecía que traía algunos aires renovadores en materia de sonidos. Muchas fechas y demás historias, los llevaron a continuar por la senda emprendida y después de arduo trabajo llegó este trabajo el cual nos llega para dar una opinión.
Es así que “Umbral” se transforma en una pieza distinta, de mejor calidad sonora que el anterior álbum, el cual tiene una serie de condimentos que vamos a analizar de acá en adelante. El disco es álgido y entretenido. Tampoco les voy a mentir, y decirles que lo practicado nunca ha sido oído, por el contrario, es una banda que uno cuando la digiere, tiene muchos matices de varias, pero entre las que más los destaco o emparento, son con sus pares de LÖRIHEN, también argentinos. Es así que el disco de los oriundos de Monte Grande/Luis Guillón, arranca y cierra como debe y durante todo el disco vas a sentir y percibir un buen trabajo de guitarras, voces, bajo y batería. Es una banda que no tiene filtraciones. Es una banda aguerrida a su estilo y saben conjugar muy bien lo que practican, fusionándose permanentemente en esa línea tan delgada que existe cuando uno habla o escribe de heavy metal y hard rock.
Probablemente, estemos ante una de esas bandas de heavy metal de las nuevas generaciones, no lo sé, lo que sí sé, es que desde el arranque con “Bajo los hilos” la banda muestra toda su destreza. Hay un buen trabajo de las voces y coros, como también sonidos destacables en los solos de guitarra ejecutados por sus violeros. Ojo, no van a creer que porque les digo que la banda tiene una fuerte impronta hardrockera, no van a respirar heavy metal del bueno, no, al contrario, se respira y de aires muy modernos. Sino fijate en canciones como “Persiguiendo la vida” como entran las guitarras a la canción, o bien los mismísimos sets de acordes elegidos en las distintas canciones como le otorgan otro aire al quinteto. Ni que hablar de los solos, cuáles indican mucho el camino sobre el cual la banda se erige. Sin lugar a dudas de las más gancheras del disco.
Por otro lado, el trabajo de Juan Ligorria, su cantante, es un gran acierto dentro del grupo y le da un aire justo para que la banda se conserve en ese molde. Tampoco quiero desmerecer el trabajo de Esteban Nieva o el de Leandro Pesce en las guitarras, que realmente es muy bueno. También es necesario destacar, que la banda crea y recrea estribillos pegadizos, que es quizás lo que hace que uno al sacar conclusiones, los emparente en cierta medida con una banda de hard rock; o sea de fondo lo son, pero repito nuevamente, bajo una tonalidad de heavy metal bien moderno. “Frente al espejo” muestra mucho de todo esto que cuento. Sin lugar a dudas. Por otro lado, el disco también tiene de esas que solemos llamar como las canciones polentas, y en ese sentido “Buscando paz” hace su trabajo. El marca paso del doble bombo ejecutado por Sebastián Forzisi es muy bueno, siempre bien acompañado desde las cuatro cuerdas por Dany Perna, y es justamente, los trabajos individuales lo que le otorgan claridad, llevándonos a entender el trabajo del grupo en su conjunto. Todos tiran desde un lugar, pero a la vez se unifican bien. Y es ese galope del doble bombo que repercute en muchas piezas del disco, las cuales para mí son claves, como “Plegarias al desierto”, donde la banda se mimetiza y presenta de otra manera, con riffs sueltos, pero a la vez apuntalados por un eje rítmico que últimamente poco había escuchado. Me encantó el trabajo de vocalización como también el trabajo, no para nada fácil, de encontrar el diptongo necesario que existen en las letras para emparentarse con las melodías que la canción va ejecutando.
También vas a respirar aires de bandas de heavy o hard rock internacionalmente reconocidas, prácticamente eso es insoslayable, más aún cuando muchos de estos muchachos crecieron escuchando bandas de primera línea. Sino escuchá a la trabada versión de “Contra las cuerdas” y verás. El tema homónimo del disco, “Umbral” no se dispara del resto, es decir, es más de lo que la banda venía proponiendo durante la misma digestión del disco, pero con aires más modernos aún y por sobre todo cambios y variaciones interesantes entre los graves y agudos que la voz de Juan puede entregar. Me hizo recordar por momentos al gran Diego Valdez, con lo cual, no quiero decir que esté por destronarlo, pero si probablemente estemos ante un gran cantante, que con el mismo rodamiento del tiempo pueda transformarse en alguien del ambiente más mainstream o conocido del metal nacional. Por eso es bueno escribir acerca de bandas que la reman desde abajo, aquellas que sangran. Y por eso también es bueno, sangrar a la par desde un escrito y darle el tiempo que necesita a cada placa para su digestión. El disco también tiene las canciones medio tiempo como “Al otro lado”, que si bien pierde velocidad, no pierde fuerza o contundencia, desde el lugar que lo quieras analizar. Buena propuesta, interesante.
Para el cierre de la placa, dos temas bien elegidos. Por un lado, la contundente “Heridas por curar”, por el otro la melosa “Algún descanso al fin”, ambas hacen de que el disco cierre en buena forma, y sin querer ser recurrente con el potencial vocal de su cantante, cito también a Iván Sención de JERIKÓ y WATCHMEN como otro de los emparentados con el mismo, ya que dentro de su destreza pueden distinguirse matices con cierta paridad. Interesante el trabajo, de verdad. Eso sí, por como venía el disco no parecía que cerrarían el mismo con una canción más lenta aún que cualquiera de las predecesoras, pero se jugaron y les fue bien. Es una buena canción, liderada por lindos acordes, justamente “acorde” para mostrar en los otros planos sobre los que la banda puede desenvolverse sin ningún tipo de tapujos. Los solos de guitarra, melosos como ellos solos, te transportan a la situación que la letra destaca y sin ir más lejos, el descanso del disco llegó.
Parece mentira no, pero a uno que le gusta andar escuchando y escribiendo acerca de bandas argentinas que no son del todo conocidas, de plataformas más underground, son estas las que dan la chance de encontrar sabores nuevos, y en ese sentido TRAETORMENTAS es un ejemplo. Me queda dando vueltas en la cabeza de que nada está muerto, nada está perdido, y que cuando aparecen bandas como estas, sin quizás ser algo totalmente nuevo y novedoso, construyen a su manera un metal donde tranquilamente conjugan el heavy más crudo con el hard rock más benévolo. ¡Ah! Y antes de que me olvide, poroto extra para Emiliano Obregón (guitarrista de LÖRIHEN) y su buen trabajo tras las perillas para otorgarle a la banda una producción seguramente distinta a lo que fueron los temas concebidos originalmente. Si nos los tienen como tal, pasen por Mr. Google. ¡Salud!
Autor: Hernán Mazón
Contacto con la banda: https://www.facebook.com/TraetormentasBanda
Se agradece Martín Guerra de Pulmonar Recordables por la facilitación del material.