Año: 2016 | País: Argentina (Mendoza) | Género: Heavy Metal | Formato: CD | Sello: Independiente | Distribuye: ICARUS MUSIC
“Y lleve fortaleza” salió al ruedo el año pasado y se transformó en el cuarto disco de estudio de los mendocinos ARCÁNGEL. El mismo llegó a nuestra redacción y en este humilde acto decido hablar del mismo. Para los que no los conocen les cuento que estamos ante una banda que ha cumplido 22 años de trayectoria. Durante ese período lógicamente han pasado por todas, han compartido escenario con decenas de bandas relevantes de nuestra rica escena y con el correr del tiempo también se han transformado no solamente en uno de los referentes cuando hablamos de heavy metal en su provincia de origen, sino que también en el resto del país. A pesar de no ser una banda masiva y popular (y quizás eso tampoco poco pueda importarles) se han dedicado a recorrer muchas localidades de nuestro largo y ancho país mostrando lo que hacen, como así también una serie de países Latinoamericanos o bien la vieja Europa, como lo hicieron hace un par de meses atrás.
Se presentan en formato trío y después de varios cambios en su formación, es Germán Philippens (cantante y guitarrista) quien en definitiva mantiene siempre viva la llama de la historia musical a pesar de que todos los que pasaron hayan dejado una huella en el camino. La historia es que estamos ante una banda practicante de heavy metal; si hilamos superficialmente te diría que se emparenta mucho con la tradición del género en Argentina, pero que si hilamos fino vamos a encontrar detalles que van un poco más allá del género, como sumergidos en las venas del rock pero del más pesado. Y este “Y lleve fortaleza” es una especie de continuidad a lo dejado en “Al amparo del infierno” (2010), cuál disco a mí entender rompió todo tipo de estructuras y los posicionó de otra forma, con una serie de saltos de calidad en materia compositiva y otros que complementan la edición de un disco en conjunto.
Nuevamente en esta placa vuelven a desarrollar un gran sonido y una bella arte de tapa, la cual vale mencionar que fue realizada con esculturas originalmente creadas por Guillermo Rigattieri las que a posterior fueron digitalizadas por Víctor Viola para luego ser llevadas a la tapa exterior e interior. Hermoso laburo, bien presentado y dado que ha sido un esfuerzo pleno de la banda su edición a modo independiente si han contado con la distribución de ICARUS MUSIC y ha sido un acierto seguramente porque de esa manera tienen chance de que sus discos lleguen quizás un poco más lejos, a pesar de que la banda lugar donde toque siempre viaja con su material. En este contexto y a modo de dato base te cuento que el disco fue grabado, mezclado y masterizado en Mendoza en los estudios Fader Records (excepto el cover de PESCADO RABIOSO) y contó con la asistencia técnica de varias personas, lo que en definitiva a mi criterio le termina dando al material un plus extra para nuestros oídos. Aparte de Germán lógicamente el disco fue gestado por Germán Ramos (batería) y Alejandro Vélez en el bajo.
Yendo al grano como quien dice, el disco cuenta con diez canciones, de las cuales nueve son propias y la historia arranca justamente sonando con la poderosa “Aquel que no murió”, cuál allana en cierta medida el disco con el nos encontraremos más adelante. Una placa sólida y contundente, lisa y llanamente. Un bajo que a pleno marca una senda y permite que el resto de los instrumentos se acoplen a su base para detonar la placa. Buen arranque. Y ARCÁNGEL tiene eso, de ser una banda frontal y qué garpa. La voz de Germán es muy copada, poco forzada y eso le da un plus a la cosa. Sin ir más lejos me hacen recordar mucho a LOS DIVIDIDOS, pero no por lo musical, sino porque son tres, pero pareciera que fueran cinco. Cubren todo tipo de baches que pudieran existir, ya que no solo hay riffs pelados sino que elaborados solos de guitarra, una buena base de bajo y una batería que se escucha clara y cruda, sin mucho efecto o cosa rara, entregando lindos detalles desde el fondo.
Canciones como “Para encontrarte”, “Yo, vos, ¿quién?”, en materia de letras tienen mucho de personal, pero que a nivel historia podrían ser aplicadas en cualquier aspecto de tu vida. Siempre bien cantados, los temas de los mendocinos nunca aburren y hasta también hay tiempo para que escuchemos el doble pedal por momentos a pleno, como también cuando quieren la rockean más como en canciones como la segunda mencionada. Por otro lado, “Salvador” no solo sentí que es una de las mejores canciones del disco, sino que es donde también la banda arranca a mostrar las electroacústicas, sello que siempre les cae al pelo. La base y el riff de la canción es mortal, sino sacá tus propias conclusiones y fíjate la diferencia existente entre el metal más aguerrido y la faceta más melódica de la banda y después contame. Esta canción fue también hecha video, así que si sos youtuber, no dejes de buscarla, ya que la banda en ese plano visual también se hace muy fuerte, como lo han hecho en otros discos.
“Por sabernos futuro” es la que en cierta medida le baja un cambio a lo que veníamos escuchando y se transforma en la primera medio tiempo del disco. Con voces y melodías traídas claramente del Cuyo hasta algún piano podemos percibir que le otorga un sabor distinto a la historia. Sentida y con un lindo mensaje es una canción que le cae justo a como venía la cosa, ya que tanto metal a veces es bueno combinarlo con ejecuciones como esta. Contrariamente a lo relatado, acto seguido llega el turno de la rápida “No te mientas más” y aparecen un flugel, trompeta y trombón de por medio bajo la mano de Fugy Altavilla, cual acto “Renguístico” si así lo quisieras ver. Y si de cambios hablamos llega el “Blues del vendepeste”, que justamente de base blues pesado le hace honor al género transformándose en una de las canciones que quizás más headbanging tengan del disco. Base pesada y de sencillas características invita a eso, sino escúchala, quizás te lleve a ponerte nostálgico y rememorar algún síntoma del querido PAPPO. ¿Ven? Van un poco más allá de los clasicismos del género si así lo quisieran ver.
Ya en la recta final del disco nos encontraremos con canciones como la también poderosa “Mil miserias” que al igual que el resto de sus pares mantiene los pies sobre una base metalera, pero que siempre coquetea con las bases más sólidas de una banda de metal pesado, al nivel del TANO MARCIELLO ejecutando sus mejores riffs en solitario o a través de ALMAFUERTE. Nuevamente, los solos de guitarra no son poca cosa y le dan siempre un plus extra a la placa, que van más allá de todas las pelotas y claridad que Germán le pone a cada palabra. La última finalmente propia del disco será la cálida “Sangre”, donde a diferencia de los otros acordes oídos estos son de mucha mayor envergadura cuando de sentimientos hablamos y está basada siempre en el eje de las voces y viola. Nada más. Bien cantada, buen mensaje. A modo de tributo y como mencioné anteriormente la banda realiza a su modo parte del legado del Flaco Spinetta y su PESCADO RABIOSO con una versión bien al estilo ARCÁNGEL de “Algo flota en la laguna”.
Me llevo un disco pleno de metal pesado y bien Argentino. Me llevo un montón de mensajes y sonidos que cuando son ejecutados se atreven a más. ARCÁNGEL es una banda que todo lo tiene y si bien he hablado con su líder en más de una oportunidad siento que lo único que le falta darle a la banda es la oportunidad de mostrarse más allá de las esferas de por dónde siempre suelen andar y llegar a los corazones de ciudades como Buenos Aires, donde tranquilamente si se lo propusieran llegarían a más gente con su linda propuesta, más allá de que lo ya construido es enorme. Fueron cuarenta minutos más que gratos, así que ahora es tu turno, dales una chance y quizás sientas cosas similares a las que yo sentí, independientemente si la banda llega a no a la popularidad, cuestión que claro está, para este fin es irrelevante. Acá importa hacer lo que a uno le gusta, ya que si nos basamos por caminos elegidos ellos ya lo hicieron y mal no les fue.
Texto: Hernán Mazón
Agradecemos a la banda por la facilitación del material.
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