No Tye miedo
Resulta ser que hace unos veintitrés años atrás llegaba por primera vez a mis manos el disco homónimo de KORN y lo hacía en una época donde el heavy metal en su sentido amplio, había tenido algún que otro decaimiento en el seno del género. Recuerdo que me lo alcanzó un estadounidense que estaba de intercambio en el colegio secundario al que en ese momento concurría y me dijo: “A vos qué te gusta el heavy metal, escucha esta banda, son de mi pueblo y sacaron este disco hace poco”. Para esa época imaginate que lo único que pasaba por mi cassettera era heavy metal Argentino, lógicamente internacional, algo de thrash metal, hard rock y no mucho más. Ví el aspecto de los músicos en el interior del disco y dije medio extrañado… ¿Qué será esta cosa? Bue…la cuestión es que también recuerdo que le hice caso a este muchacho y escuché el CD, lo digerí y no tardé mucho tiempo en que “Blind” (la escuché 700.000 veces) me volara la cabeza, canción que al día de la fecha lo sigue haciendo. El verdadero MTV en su momento los difundía a más no poder y entre disco y disco editado crecían más y más como banda, situación que los llevó adonde están hoy veinti pico de años después.
Pero por otro lado, como les dije, debo recordar que era un momento medio convulsionado (parece que me duele), hacía poco que había muerto Cobain (quién probablemente rompió algunos paradigmas) y se generó una grieta, y, ese nicho si bien no fue reemplazado por bandas no reconocidas como “metaleras”, durante muchos años grupos como este, DEFTONES y otras tantas más empezaron a tener una relevancia poco imaginable por muchos, desviando la atención por sobre otras bandas de heavy metal en su sentido más estricto. Al fin y al cabo, terminaron siendo bandas que crecieron a modo exponencial, como ya lo había hecho PANTERA en su momento, a quienes la gente del género metalero si amó, ama y amará. Así que si hablamos de fijar caminos y de aceptaciones o no como tal, KORN ha sido una banda que te guste o no, se jactó en traer una propuesta moderna, claramente distinta y con una ambición de conquistar el mundo con mucha convicción. Arrancaron siendo la nada misma en los noventa y crecieron como pocas bandas lo hicieron en tan poco tiempo. Hoy por hoy siguen firmes bajo ese mismo camino sobre el cual se promulgaron, con una ideología musical clara, innovando permanentemente y reclutan gente como pocos. Lógicamente que estamos ante una banda popular y de un género muy particular, que se presta para que la escuche no solo los que amamos el metal.
Ya yendo al show debo contarles que los encargados de abrir la noche serían los amigos de A.N.I.M.A.L, quienes alrededor de las 20.20 hs. harían de las suyas repasando temas históricos, como lo vienen haciendo desde hace un tiempo. Durante media hora y sin haber probado sonido (tal cual indicó su frontman a viva voz) repasaron clásicos como “Familia”, “Sol”, “Revolución”, “Milagro”, “Decididos a Crecer” (formará parte del nuevo disco), “Barrio Patrón” (de lo más desprolijo del set), “Solo por ser Indios”, “El nuevo camino del hombre” y cerraron con el clásico cover en español “Cop Killer” (BODY COUNT), versión que en español particularmente a mi no me gusta. Hubo tiempo para que Andrés Giménez recuerde a los inundados haciendo referencia al mal momento que les está tocando pasar, también lo hizo con los pueblos originarios y la posesión de sus tierras, y finalmente, agradeció a la gente por haberse acercado a ver el show a pesar del mal clima (llovía como perro). Y la verdad que quieren que les diga… no fue poca cosa fue que producto de la mala organización afuera del microestadio la gran mayoría del público se perdió a A.N.I.M.A.L, de hecho estaba lleno de gente mojándose. Para colmo de males, quieras o no, en el Malvinas las bandas no suenan del todo bien y si a eso le sumás que tenés poco amortiguamiento acústico existente por la falta de gente, la historia se complica más aún. Varios se los perdieron, pero bueno, no faltará chance de poder verlos ya que la banda parece tener resto para rato.
Así y todo con la lluvia a cuestas, el recinto de a poco se llenaba más y más, y lo que en un principio parecía que no iba a suceder, sucedió: el recinto se llenó! no llegando a SOLD OUT, pero para el lado que mirabas tanto las tribunas como el campo estaban repletos. Y como bien sabíamos, a diferencia de otras veces que KORN había tocado en nuestro país, esta vez lo hizo sin uno de sus emblemas, Fieldy (bajista), quién por cuestiones personales no realizó la gira latinoamericana. Como ustedes sabrán, a pocos días de iniciada la gira la banda a través de un comunicado oficial contaría llamativamente que su reemplazo sería Tye, el hijo Robert Trujillo, bajista de METALLICA. Para suerte de los presentes la performance fue todo un éxito y nada falló arriba del escenario. Así es que si vamos a los detalles del show, presenciamos un acto cargado de clásicos a pesar de que estábamos ante la gira donde la banda fundamentalmente presentaba su nuevo disco, “The Serenity Of Suffering”. De ese sonaron pocos, de hecho fueron un total de dos canciones si mi memoria no falla, los hits de la placa ponele…“Insane” y “Rotting In Vain”. Del resto que más decirles, fue un éxito ante un recinto soberanamente caldeado.
Y de a poco, como sumergidos en un show que siempre fue de más a más, la banda californiana rompió todo tipo de paradigmas y convocó a este muchachito de tan solo doce años, quién a decir la verdad la rompió bajo la atenta mirada de su padre al costado del escenario. Se llevó más de “Olé…Olé”, claro, de hecho el primero fue para él y no para la banda, situación que me tomó bastante por sorpresa. Y digo sorpresa, ya que a veces no alcanza con ser hijo de un músico relevante, sino que para ocupar un puesto como este hay que tener las botas bien puestas, con lo cual quién pudiera imaginarse que el bajista los HELMETS podría ser el indicado, nadie, salvo Fieldy. Así que estuvo bueno, no solo su desempeño sino su onda, cero nervio, mortal. Ahora si, bastante agrandadito me pareció por momentos, pero bueno, tiene con qué el pendejito. Para todo esto ya habíamos escuchado canciones como la poderosa “Right Now”, “Here to Stay”, “Somebody Someone”, “Word Up!” (no me gustó ni un poco el cover, le re bajó un cambio al show), “Coming Undone”, “Make Me Bad”, “Shoots and Ladders” con la lógica pelada de gaita de Davis y con un cierre a todo furia intercalado por “One” de METALLICA. Y como si fuese poco, Tye se unió a Ray Luzier, la fiera que tiene la banda tras los parches para a dúo ejecutar un lindo solo. Tampoco una cosa de locos, pero estuvo bueno, entretenido y bien logrado. Llegaría el momento de que siga estallando todo con clásicos como “Blind”, “Good God”, “Falling Away From Me” y la gloriosa “Freak On A Leash”, temones, todos temones y súper bien ejecutados. Ya sé, miles de veces la tocaron, pero que lindo ver un recinto lleno y explotado de felicidad, como hacía tiempo no veía.
A nivel musical la banda estuvo muy prolija, Jon no tan comunicativo como otras veces (lo justo y necesario), pero las veces que lo hizo muy acertado y arengador por sobre todo. Ahora si hay algo que me encantó de como cambia la cosa con dos violas en vivo; los había visto con una sola hace algún tiempo atrás, pero la vuelta a la banda del hoy congregado en medio de religiones Brian Welch, no ha hecho más que revitalizarlos. Buen show, buen producto, de esos que desafían al común denominador con propuestas claramente diferentes. Hace veinti pico de años atrás se la jugaron y acá están; hace unas pocas semanas se la volvieron a jugar reclutando transitoriamente a un jovencito con muy poca experiencia sobre el escenario y tampoco le pifiaron. Me quedan las claras de que están catapultados al éxito y si así no fuera, que más da, seguramente fueron los mismos pensamientos que más de uno de ellos tuvo; la realidad les demostró que tan equivocados no estaban. Recuerdo que los escuchábamos con mi hermano una y mil veces en la habitación, recuerdo que compartíamos con amigos del palo, recuerdo que pensábamos que su llegada a nuestro país era casi imposible, recuerdo que hace veinti pico de años atrás le hice caso a ese pibe, recuerdo…si, recuerdo…pero para mi suerte la nostalgia quedó relegada, ya que a pesar de estar en el 2017, me transportaron el ’94, como si hubiese sido ayer.
N. del E.: Estaría bueno que la próxima vez cuando se convenga de sacar fotos en tandas, los fotógrafos de otros medios tengan la suficiente amabilidad de salir del pit al momento pactado de antemano, y de esa manera, permitir al resto de sus colegas poder hacer su trabajo íntegramente. Como podrán ver, nuestra mirada fotográfica es parcial esta vez, ya que si bien sacamos fotos del show, la ladera derecha del escenario nos quedó medio relegada por no haber podido llegar nunca adecuadamente a Munky, a Jon y al tecladista.
Texto: Hernán Mazón
Fotografía: Maru Debiassi
Agradecemos a Vicky Roa vía Ake Music por acreditación al evento.
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