Fecha: Viernes 17 de noviembre | Lugar: Movistar Arena | Ciudad: C.A.B.A. | Hora: 20:00 hs.| Banda Invitada: AGAINST
Con un Movistar con una interesante cantidad de gente presente, AGAINST fue la encargada de abrir la tarde – noche con un contundente set de seis canciones. Con la presencia de Carlos Villalba en reemplazo de Gustavo Radrizzani con una acusación ligada a la violencia de género; la sensación que a partir de “El Guará”, la banda encontró su sonido en donde el groove y los momentos extremos conviven con soltura. Estas cuestiones se potenciaron en “Alzando mi odio”, “Soy libertad” y “Contra” que terminaron por generar que la gente salte y arme pequeños pogos con las canciones. Ese último tramo del show, donde el sonido se acomodó, fue el que mejor expresó la potencia de los muchachos que seguramente el año que viene tendrán disco nuevo.
En su tercera visita a la Argentina (las anteriores habían sido el Festival Maquinaria 2012 y con GOJIRA como banda invitada en el Teatro Flores de 2015) finalmente los estadounidenses lograron mostrar en vivo todo lo bueno que tienen sus discos. Si en aquellos shows se vio una preocupante falta de actitud y una inexplicable falla sonora con la banda sonando a un volumen muy bajo, aquí todo eso quedó en el olvido. Con la premisa de compartir las mismas capacidades técnicas y la misma cantidad de tiempo en vivo, este “Megamonsters Tour” fue el espacio propicio para que, finalmente, la banda pudiera mostrar todos los contrastes de su música que pasa por el sludge, por el heavy metal tradicional, por lo progresivo y lo psicodélico, sin ningún tipo de problemas.
Como pocas, MASTODON es una banda en la que sus integrantes se reparten democráticamente sus funciones y protagonismos sin ningún tipo de egos, algo que en la diversidad del set elegido quedó más que claro. En este punto, cabe preguntarse cuántas bandas de música pesada tienen un baterista que cante tan bien como Brann Dailor algo que el inicio del show con “Gobblers of Dregs” de su último disco, el muy recomendable “Hushed and Grim”, dejó en claro: su labor es superlativa y se potencia más aún con las voces extremas de Troy Sanders creando, en conjunto, un interesante contraste de disonancias, riffs heavys, momentos oscuros y extremos que todo el tiempo apuestan a que el grupo recorra terrenos desconocidos sostenidos siempre en un sonido de guitarras atronador y una intensidad inusitada.
Con el apoyo de una serie de visuales lisérgicas que mostraron viajes astrales, formas y colores y que contribuyeron a construir un relato de las canciones; el grupo fue con paciencia llevando las sonoridades hacia momentos de intensidad extrema que rápidamente contrastaron con atmósferas más calmas. Algo de eso sucedió con “Cystal Skull” y “Megalodon” donde las atmósferas atravesaron lo progresivo sin perder jamás la robustez que caracteriza la música de los estadounidenses. En este sentido, la extensa “The Czar” fue el momento más desafiante del show, sostenida en una intensa versión llena de recovecos instrumentales y de momentos épicos y calmos. Tal vez en el punto contrario, “High Road” mostró la faceta más accesible y ganchera de un grupo que no tiene en su ADN la búsqueda de la pesadez sin sentido. Canciones como estas, con un estribillo memorable cantado por casi todos los integrantes al unísono, dan cuenta de que MASTODON sabe que sus virtudes están ligadas a poder construir una música expansiva en el sentido más atrapante del concepto.
Con momentos bien rifferos y guitarreros como el clásico “Blood and Thunder” que hizo saltar a todo el estadio y en donde la dupla Brent Hinds y Bill Kelliher terminó por demostrar que su capacidad de construir riffs potentes y gancheros es la que le da a la banda una potencia inusitada; el cierre del show dejó la sensación que finalmente los estadounidenses fueron ese mega monstruo riffero que muestran sus discos. Al fin logramos verlo.
Hace poco más de un año GOJIRA llenaba sorprendentemente el Luna Park en un show que tuvo puntos altísimos en cuanto a su desempeño, por lo que el principal desafío pasaba por ver cómo los franceses podían sostener el impacto de su propuesta con un show tan cercano en la retina del público. La decisión entonces pasó por construir un set bien pesado dejando espacio para que el último disco de la banda “Fortitude”, hiciera de contrapeso a la pesadez de discos como “From Mars to Sirus” y “Magma” que tuvieron un protagonismo crucial dentro de la noche.
Con un sonido potente y estruendoso (gracias un audio que fue perfecto en las primeras canciones y luego resultó aceptable a lo largo del set) “Ocean Planet”, “Backbone” y “Stranded” fueron las encargadas de abrir el show mostrando la variedad de una banda que por momentos suena extrema, pero de repente, comprueba que puede incluir momentos gancheros como en la última de las tres mencionadas, cuestión que más adelante “Another World” y “Amazonia”, terminaron por confirmar generando momentos en donde la gente respondió con entusiasmo.
Con una apuesta visual que utilizó los claroscuros y algunos momentos referidos a las canciones (paisajes, ballenas, alguna animación) y en el contexto de un show hiperpesado desde lo musical; canciones como la épica “The Chant” con una intensa participación del público, convivieron sin problemas con extremas versiones de “Flying Whales”, “Oroborus”, “The Art of Dying” y “The Cell”, canciones con criterio expansivo, lleno de momentos técnicos y disonantes; dejando en claro que lo de los franceses se sostienen tanto en la técnica, como en la intensidad y la emoción.
Con la curiosidad de que Mario Duplantier haya tenido un espacio para realizar un solo y jugar un poco con el público con un par de carteles graciosos, “The Gift of Guilt” cerró un show en donde GOJIRA demostró la versatilidad de una propuesta moderna, desafiante y extrema con una interesante comunión entre banda y público. A juzgar por la respuesta del público con varios momentos donde el estadio entero saltaba o pogueaba al ritmo de las canciones, lo de los franceses parece que se va a convertir en uno de los tantos amores de la música pesada argentina. Serán bienvenidos.