Desde el lanzamiento de su último disco de larga duración “The Fleshland” (2013), los deathers japoneses COFFINS han sacado cinco publicaciones (la productividad de las bandas niponas es bien conocida): tres discos compartidos, junto a NOOTHGRUSH, UNHOLY GRAVE y BUTCHER ABC respectivamente, un recopilatorio, y el EP que nos ocupa ahora en esta reseña. “Craving To Eternal Slumber” verá la luz definitivamente en agosto, bajo el auspicio del sello Hammerheart Records.
Lo que nos encontramos en este nuevo lanzamiento de COFFINS es aquello a lo que nos tienen acostumbrados: Doom/Death Metal primitivo, pesado y denso. Los riffs a medio tiempo son sin duda los que construyen la esencia principal de la música de estos tokiotas, aunque por supuesto encontramos tempos rápidos por aquí y por allá, pero son los compases lentos y arrastrados los que dan ese carácter tan enfermizo y cavernoso a la personalidad que esta banda ha conseguido hacer propia.
Tal vez el problema es la poca evolución que podemos observar en cada lanzamiento. Todo suena igual a lo anterior, y esto suele ser un problema para una banda como COFFINS, cuyos dos primeros discos de larga duración, “Mortuary in Darkness” (2005) y “The Other Side of Blasphemy” (2006), poseen una altísima calidad. No me mal interpretéis, “Craving To Eternal Slumber” es un muy buen trabajo, como lo fue “The Fleshland”, pero no poseen frescura, lo cual puede hacer que los seguidores de esta formación nipona (entre los que me encuentro) perdamos el interés.
En definitiva, un buen trabajo por parte de COFFINS, pero nada nuevo bajo el sol. A quien los conocéis, sabéis que es lo que os vais a encontrar, y si encima sois seguidores de la banda, es de escucha obligatoria. A quien todavía no habéis tenido el placer de escucharlos, si os gusta el rollo HELLHAMMER/CELTIC FROST, AUTOPSY, ASPHYX, WINTER, etc., os recomiendo pegarle un par de pasadas, ya que COFFINS es muy buena banda de ese estilo, y “Craving To Eternal Slumber” es una muestra de lo que llevan haciendo en sus casi veinte años de carrera.
Puntuación: 7/10
Texto: Gustavo Piccini