Año: 2025 | País: Argentina | Género: Metal Progresivo | Sello: Independiente | Lemmymómetro: ♠♠♠♠♠♠♠♠ (8/10)
MARES DEL TIEMPO surgió sin aviso y sin expectativa, pero sin dudas vino con un lanzamiento bajo el brazo que no debe pasar desapercibido para la escena local. La rama del metal progresivo nacional se acrecienta cada vez más, no solo en Buenos Aires sino también en el país a nivel general, con una creciente cantidad de bandas apareciendo de a poco en los carteles de recitales. Y esta banda logró tener un gran debut doble si se quiere, presentándose cabeza a cabeza un viernes en debut propio, y al día siguiente, con un gran exponente como lo es CHOWY FERNÁNDEZ, ambos en Casa Jinete de Quilmes, donde son oriundos los chicos. Y cuando hablo de chicos, en realidad algunos de ellos son ya son grandes referentes o tienen algunos años de trayectoria, como el caso de Víctor Petix, ex MALICIOUS CULEBRA; Fernando Monsalvo, también en PERPETUO, Esteban Gómez de NUMERAL, y Martín Ezequiel, quizás el de menor curriculum si se quiere, pero que en esta ocasión se juntan para darnos un buen material que apela a varios recursos estilísticos para darnos un EP bestial.
Y es que es muy difícil poder captar y mantener la atención del público que no es asiduo cuando hablamos de algo instrumental (me cuesta a veces), al faltar algo tan preponderante como un vocalista. Pero durante la casi media hora de extensión del EP, MARES DEL TIEMPO lo logra de forma soberbia, y pasando por varios estados de ánimo y estilos, desde las más viscerales como Djentronic y Armonías innecesarias, ambas poderosas y técnicas, con un trabajo de guitarra complejo y denso, y una batería implacable, con cambios de tiempo y compás que los transforman en experiencias multidimensionales, hasta las más etéreas e intrigantes como lo son Encontré el unicornio de Silvio y Cerebro frito, quizás las más extravagantes. La primera por sus melodías elegantes y armonías sofisticadas, que tienen más aires de rock-pop, y la segunda por sonido psicodélico y ácido que pareciera tradicional, pero al final se incorpora pieza musical reggae en el último tercio de cierre, dándole una atmósfera más relajada y terrenal para los oyentes no metaleros quizás. Pero posiblemente el tema homónimo se lleve el premio para la canción emblema del EP, ya que con sus punteos de viola estéreo y retorcidos, acompañado por un ritmo trabado y repetitivo que crea una sensación de desorientación y de estar a la deriva, generando una atmósfera sonora densa y hasta diría onírica, con capas de efectos que envuelven al oyente con los efectos de fondo.
Este EP no solo muestra una amplia gama de sonidos, sino también la habilidad de los músicos para integrarlos de manera coherente, similar a una versión instrumental y más intensa de la banda británica HAKEN. Sin dudas es un comienzo prometedor que presenta varios elementos que podrían mejorar en futuros lanzamientos, o algún experimento vocal para agregar. Algo notable también es la incorporación de videos musicales individuales en el visualizer del álbum en el canal de YouTube de la banda, que mejora aún más la experiencia de las canciones, aunque fueran bucles generados por IA, estas imágenes brindan un contexto al título de cada canción y a lo que la música intenta transmitir. Todo esto demuestra una gran comprensión de cómo usar las herramientas tecnológicas para mejorar la presentación general de su trabajo, combinado con sus habilidades musicales, experimentación sónica y elementos visuales, dan a entender el potencial de crear una propuesta cautivadora y distinta en la escena emergente local. Será emocionante ver cómo continúan desarrollando su sonido y explorando nuevas ideas en sus próximos lanzamientos.
Texto: Luis Gallucci