Fecha: Jueves 12 de septiembre de 2024 | Hora: 19:00 hs. | Lugar: Teatro Flores | Bandas soportes: EFIMERIA
Una noche extraordinaria, donde todo funcionó, sino a la perfección, de una forma muy cercana. A saber: dos bandas con propuestas muy ricas en lo musical y que, pese a las diferencias de recorrido, origen y posibilidades, hicieron lo suyo superando todas las expectativas. El lugar, a fuerza de organización, puntualidad y demás aspectos a su cargo, excelente. Y el público, absolutamente conocedor de lo que iba a presenciar, una fiesta.
Puntualmente, se abrieron las puertas del Teatro Flores y, en el momento en que estaba pautada, comenzó la presentación de los locales EFIMERIA. Lo que se pudo ver fue a una banda joven (comenzó en el año 2020) mezclando y abordando subgéneros como metal progresivo, metalcore y djent con una madurez y soltura dignas de una agrupación de mucho más rodaje. El sonido impecable, en general, fue fundamental para apreciar todos los matices que este tipo de bandas ofrecen.
Las canciones Rey Amarillo y Madre Roja abrieron la noche y mostraron de qué venía la presentación. Excelente acto de apertura con un setlist de seis temas fuertes, complejos, accesibles y de muchos matices que también integró Liminal, nueva composición presentada esa misma noche. El estilo y performance de Fabián Vitoriosso (voz) Tomás Ortiz (guitarra) Alexis Fusco (batería) y el nuevo miembro de EFIMERIA, Alan Moreiro (bajo), estuvieron a la altura de las circunstancias y resultaron absolutamente compatibles con el acto central de la noche. No se guardaron nada y, si hablamos de bandas soportes pensando en categorizarlas, las hay del tipo ‘Que pasen rápido’, pero también podría ser ‘Dejaron un escenario caliente’ o ‘Más vale que los cabezas de cartel se pongan las pilas porque les roban la noche’; claramente EFIMERIA estaría en algún punto entre estas dos últimas posibilidades.
Mencionamos puntualidades y para las 21:00 hs estaba anunciada la banda principal, de gira mundial con su War of Being World Tour MMXXIII-MMXXIV.
20:58 hs. el escenario a oscuras se iluminó con una proyección al fondo: el rostro de una especie de ser alienígena, de rasgos femeninos e inquietantes, anunciando que lo que se venía ya estaba al caer. Paralelamente a esto, una pista de teclados creaba un clima tenso y amenazante que iba in crescendo. La atmósfera emocional se volvió intolerable hasta que se llegó al clímax, ahí fue cuando los cinco integrantes de TESSERACT aparecieron en el escenario y, sin demasiada presentación, comenzaron con lo suyo. El público, encendido por la banda precedente, hizo catarsis ya con los primeros sones de Natural Disaster, a la que le siguió Echoes, ambas de su último álbum War Of Being, del que también interpretaron Legion, Sacrifice y el título que da nombre al álbum. Cinco temas que fueron alternándose con Of Mind-Nocturne (Altered State, 2013) Tourniquet (Polaris, 2015) y cuatro canciones de Sonder (2018) que fueron Juno, King, Smile y The Arrow con lo que podemos afirmar que es una agrupación que prioriza lo más nuevo por sobre anteriores producciones.
El vocalista Daniel Tompkins estuvo muy comunicativo con un público que estaba tocando el cielo con las manos, saltando, cantando todo el tiempo y formando rondas durante toda la presentación. Fue una fiesta y los concurrentes lo vivieron como tal.
El estilo metal progresivo/djent de la banda, le ofrece una gran paleta de sonidos y recursos para usar. Y ahondando en eso, hacen uso y casi abuso (en el buen sentido) de lo que en música se denominan dinámicas, esto es, la utilización de diferentes climas y recursos para obtener distintos momentos de intensidad. Pero no conformes con eso Tompkins, los guitarristas Acle Kahney y James Monteith, el bajista Amos Williams y el baterista Jay Postones echan mano de todo esto en forma cruzada; así nos podemos encontrar con momentos de fraseos furiosos y aceleradas bases, mientras que la línea vocal pareciera más apta para una balada y segundos después (sin cambiar de canción) pasar a una base de batería y bajo pirotécnica como soporte de melodías vocales muy agresivas y hasta con growling, mientras que las violas crean un entorno climático casi etéreo. Quien entienda que va a ver y escuchar todo esto llega a vivir una experiencia musical y emotiva extraordinaria y, créanme, todos los asistentes fueron a sabiendas a buscar eso. Y la banda se los dio.
Terminado el onceavo tema, Juno, las luces se apagaron, la banda saludó y rápidamente se fueron, dando por finalizada la presentación. Un falso final, claro, y todos lo sabíamos porque Jay Postones se quedó sentado en su lugar, así que solo era cuestión de esperar unos segundos a que los otros cuatro volvieran a sus lugares para los bises.
Y, sorpresivamente, a contramano con la parte principal del setlist, los bises fueron dos temas del EP debut Concealing Fate (2010): Concealing Fate Part 2: Deception y Concealing Fate Part 1: Acceptance que sonaron a la altura del resto, lo que resultó en un show muy parejo, sin fisuras y de un nivel de calidad superlativo.
Y ahora sí, el final real. Banda y público se decían cálidamente adiós… o mejor dicho, hasta la próxima porque, seguramente, ninguno de los que asistimos esa noche tiene pensado perderse una nueva visita. Luego de todo lo comentado aquí, faltar al próximo show de los ingleses es lo único que no recomendamos.
