WALTER GIARDINO TEMPLE & JOE LYNN TURNER en vivo en Buenos Aires (día 2): “Hard rock del mío Turner”


Hard Rock del Mío Turner

“Los ojos de Mío Cid mucho llanto van llorando; hacia atrás vuelve la vista y se quedaba mirándolos. Vio como estaban las puertas abiertas y sin candados, vacías quedan las perchas ni con pieles ni con mantos, sin halcones de cazar y sin azores mudados. Y habló, como siempre habla, tan justo tan mesurado: “¡Bendito seas, Dios mío, Padre que estás en lo alto! Contra mí tramaron esto mis enemigos malvados”…”.

Poco tiene que ver el comienzo del épico relato “Poema del Mío Cid”, con lo vivido en Vorterix el martes 10 de mayo pasado. O quizás sí, porque la nueva visita de JOE LYNN TURNER vuelve a dejarnos en claro algo: la gente quiere RAINBOW, de cualquier forma y estado. Y les recalco eso del estado aunque seguro para pocos será una novedad si les digo que al bueno de JOE poco caudal le ha quedado en un tanque de gasolina que nunca supo ser muy espacioso.

Pero ya que estamos con la analogía motoquera, poco importó cuando empezaron a sonar los acordes de Death Alley Driver. No importan las diferencias de las distintas etapas del verdadero “bebé” de BLACKMORE, el que está ahí arriba resistiendo los embates del tiempo es alguien que compartió gran parte de la vida musical del Hombre de Negro (no, Will Smith no). Y encima acompañado de un enorme émulo de su obra como es WALTER GIARDINO.

Eso me recuerda, la noche comenzó con el set de TEMPLE, aquella banda en la cual un GIARDINO post-RATA pudo expresar su verdadero fanatismo por el genio de la Fender blanca. Aquel único intento discográfico fue un verdadero homenaje a su ídolo y poco faltó para que se llama el Arco Iris de WALTER GIARDINO, dicho con total admiración a un disco que sin dudas es un ícono del hard rock vernáculo.

Hoy la banda tiene a un elenco muy equilibrado, que sabe guardar el destaque de su alma-mater pero que no por ello permite ahorrar en elogios a la siempre cumplidora voz de JAVIER BARROZO, la sólida base que conforman el espectacular FERNANDO SCARCELLA en batería, PABLO MOTYCZAK en bajo. Asterisco aparte la presencia del ex RATA JAVIER RETAMOZO en teclados.

No quiero redundar en la performance de Temple por dos razones: por un lado sería reiterativo repetir lo bien que suena y lo profesional que suda cada tema del disco; y por otro, porque me hace repreguntarme la odiosa pregunta de “Y si RATA NUNCA volvía…”. Mejor volvamos con nuestro propio Cid… JOE LYNN TURNER.

Amo al Cid Campeador por dos razones. La primera es que se llamaba Rodrigo, y tocayos famosos me quedaban solo este héroe de la Reconquista Española… y el cuartetero cordobés. Y en segundo lugar porque era tal lo que representaba su presencia, que en su último combate combatió muerto. No es un chiste, el fiambre del Cid fue atado a su caballo Babieca y así recorrió el campo de batalla, inspirando valor en sus compañeros.

JOE LYNN TURNER no está muerto (eso creemos al menos), pero a su manera inspira valor. El valor de creer en un estilo musical bastardeado incluso dentro de su espectro madre que es la música pesada. El mismo Turner fue vapuleado siempre por la estúpida razón de reemplazar a pesos pesados de la voz. Dio y Graham Bonnet en RAINBOW, Gillan y Coverdale en PURPLE o cualquiera de los cantantes que estuvieron con Yngwie Malmsteem lo superaban en caudal y rango. A él nunca le importó y siempre siguió adelante, con un atinadísimo toque de humildad que lo caracterizó.

De esta forma no tiene problema alguna en armar una gira con GIARDINO, al fin y al cabo un émulo del original con el cual Turner cantó en sus años dorados.

Y así salió a escena, dejando el alma para cantar las joyas que marcaron su etapa con el Arco Iris como Spotlight Kid, I Surrender o la finísima Can´t Let You Go, donde el querido “ChinoRETAMOZO no manchó en nada el legado del fantástico tecladista de RAINBOW por aquellos años, DAVID ROSENTHAL. Pero como si esto fuera poco animándose a interpretar otros clásicos que de una forma u otra rozaron su historia, como Perfect Strangers de PURPLE o Rising Force de MALMSTEEM. Sumále a eso que lo que no tiene en voz lo tiene en PR (o  sea Public Relations) ya que se mandó una supuestamente emotiva palabrería sobre Ronnie Dio antes de cantar Man on the Silver Mountain a la usanza de RAINBOW en los 70´s, metiendo otras canciones en el medio para luego terminar nuevamente en el tema original.

Y creéme para que un TURNER (sobre todo versión 2016) cantar un tema de Dio es como hacer Bungee Jumping sin cuerda y hacia un río lleno de cocodrilos. Un suicidio. Pero TURNER, como si fuera el Cid Campeador balanceándose sin vida hacia una parva de aterrizados moros, arremete como si aún estuviera en aquellos gloriosos 80´s. Y si bien no tiene un Babieca sobre el cual montarse, tiene como ladero a un GIARDINO afilado como siempre y como buen sabedor del diapasón arrasa con los acordes de Burn. Se suma BARROZO, para ayudar al bueno de JOE en la imposible misión de reemplazar a COVERDALE y especialmente, a GLENN HUGHES. Y la fiesta es total.

Los vapuleados celebran, sabidos de una nueva victoria del vapuleado hard rock, en manos del vapuleado TURNER y del por qué no, también vapuleado WALTER. No están muertos, como el querido Cid, gracias a lo cual podemos esperar que repitan la velada en los años venideros.

Texto: Rodrigo San Miguel

Fotografía: Maru Debiassi

 Agradecemos a Gaby Sisti por la acreditación al evento. | © METAL-DAZE.com | Todos los Derechos Reservados | Facebook | Twitter |

Galería:


Translate »
error: ¡CONTENIDO PROTEGIDO!