Novus Mundus levantus animus
Cuandus venus para el culus… Perdón, me entusiasmé con el latino título del último disco de ARIADNA PROJECT, presentado el pasado 15 de julio en Uniclub. Como les venía diciendo, cuando venís para el cul… Momento, ustedes no están acá para saber de mis estados de ánimo, sino más bien para que les cuente cómo sonó esta novel banda argentina.
Analizando las letras y hasta el tan bonito arte de tapa que se mandaron los muchachos de ARIADNA PROJECT, el mundo que describen en parte me hizo revivir mi actualidad mientras escuchaba el disco camino al Abasto. Oscuridad, soledad, destrucción… La realidad que vivimos día a día, adaptada al espectro musical del power-metal, patrón y sota de los bemoles de la banda.
Pero cualquiera que haya llevado su mente por los caminos de STRATOVARIUS, HELLOWEEN, SONATA ARCTICA o ANGRA, sabe que a la vuelta de la esquina, o de un estribillo para ser más precisos, siempre una luz que aparecerá para iluminar el desastre. En mi caso Edesur me viene mezquinando esa luminosidad que flotó durante las dos horas que pude apreciar a EMMANUEL GERBAM (voces), HERNAN VASSALLO (teclados), RODRIGO GUDIÑA (guitarras), ALEXIS ESPINOSA (bajo) y JORGE PERINI (bateria) sobre las tablas.
Muchas veces somos demasiado estrictos cuando nuestros coterráneos intentan seguir los pasos de sonidos venidos del extranjero, cosa que desde luego sucede con ARIADNA PROJECT. Aclaro algo: soy de los que piensan que son pocos los tocados con la varita mágica de la originalidad. OPETH hay pocos, puedo ejemplificar. Pero hay muchos casos, la mayoría, en que la búsqueda frenética por sonar distinto puede hacer perder la senda de la calidad y la excelencia.
Exactamente lo contrario te pasa con los riffs de mi tocayo GUDÍÑA o las entonaciones de EMANUEL GERBAM. Si conocés a los Timos de Strato, TOLKKI y KOTIPELTO, no descubrirás nada nuevo, pero sí verás una prestancia y precisión envidiable. Además, convengamos que los fineses no inventaron la pólvora. Tan solo la aceleraron y le metieron una tonelada de melodía, tal como hace HERNÁN VASSALLO con sus teclados, pintando todos los temas con grandes intervenciones. Me sorprendió ver el protagonismo que tenían sus teclas en la dirección de la banda, lo cual habla muy bien de GUDÍÑA, que sabe cuándo ceder las riendas y cuándo volver a tomarlas.
Tal como era de esperarse, el nuevo disco fue presentado en su totalidad, mechado con otros temas del pasado; y ya sea “Nuevo Amanecer”, “Muere la Noche” o cualquier otro, no desentonaron para nada, evidenciando que el nivel de las composiciones se mantiene a través de los discos. De “Novus Mundus”, además del tema homónimo que rebosa de la pomposidad necesaria para ser el tema insignia del disco, sobresalieron la optimista “Corriendo Libre”, y “Desata el Fuego” con todo el gancho que le permite ser el corte de difusión, video incluido. Entre canción y canción, y sorbo y sorbo del infaltable fernet de la noche, la base que forman ALEXIS ESPINOSA y el increíble JORGE PERINI (¿el JÖRG MICHAEL argento?) ponían ladrillo tras ladrillo de una pared decorada con melodías que llenaban panzas hambrientas de optimismo.
No puedo dejar de destacar la emoción alcanzada con “Brillando en la Oscuridad”, tema que homenajea al enorme NICO TAKARA, quien hace unos años se nos fue a tocar con DIMEBAG DARRELL, RANDY RHOADS y compañía.
Cualquiera que sepa la historia de la banda sabe qué tema cerrará la noche, pero antes había una perlita. No sé si era el fernet haciendo efecto o quizás letras tan alentadoras como la de “El Final de la Oscuridad”, pero cuando empezó a sonar lo que finalmente sería “Eye of the Tiger”, solo tenía ganas de salir corriendo por el Abasto a trompear a mis fantasmas (y de paso algún caco de los que habitan allí). Sí, la de SURVIVOR. La de ROCKY. Un clásico del AOR ochentoso para terminar de levantar la noche y dejarnos listos para el golpe de knock-out que es “Y las Sombras Quedarán Atrás”, también conocido como El-tema-que-cantó-Barilari. Las luces se encendieron y había que volver a casa. Ese tranvía llamado power-metal, tan ideal para sacarte de este mundo, había llegado a la estación final. Bueno, al menos hasta que llegué al auto y volví a darle Play a este “Novus Mundus”.
Texto: Rodrigo San Miguel
Fotografía: Maru Debiassi
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