Fecha: Martes 28 de noviembre | Ciudad: C.A.B.A. | Lugar: Teatro Flores | Hora: 19 hs.| Bandas invitadas: LÊSHY & CERNUNNOS
Una fiesta. Una verdadera fiesta. Una GIGANTESCA fiesta. Eso es lo que se vivió en el Teatro Flores con la visita de los finlandeses KORPIKLAANI. Una celebración como creo difícil que haya sucedido antes. Sin hablar específicamente de calidad técnica, destreza instrumental, decibeles, conexión público/banda, intensidad, extensión del setlist y otros ítems por el estilo, porque todo esto estuvo y en dosis más que generosas, pero hubo algo que sobrepasó cualquier medida y eso fue, justamente, el espíritu festivo de los europeos.
Pero antes que KORPIKLAANI hubo otras dos bandas. Por cuestiones solamente de horarios, no pudimos llegar para presenciar la performance de los bonaerenses LÊSHY, a quienes seguramente veremos en alguna otra oportunidad y reseñaremos como lo merecen.
Más suerte tuvimos con CERNUNNOS, de los cuales pudimos disfrutar su espectacular presentación. Ya habíamos dado cuenta de ellos cuando fueron acto soporte de los MALICIOUS CULEBRA en aquella excelente fecha en La Trastienda. La banda es super recomendable, con su mezcla algo extrema de heavy metal con cierto aire de potente groove, a la cual se le suma ese aire místico, algo exótico y épico del folk celta. Un deleite para el oído, sin hacernos olvidar que estamos ante una verdadera banda de metal. Pablo Schivo a cargo de la voz (limpia, agresiva o gutural) bouzouki y hurdy gurdy (ambos, instrumentos de cuerdas); Hernán Barbieri y Joaquín Gómez en guitarras; Fernando Marty en bajo; Nicolás González, whistles y gaita; Sara Lizola en violín y Santiago Sauza a cargo de batería y percusión llevan adelante una propuesta muy jugada en la que no son ningunos improvisados, es muy evidente que lo que hacen fue una elección, una búsqueda que fue madurando con el tiempo y que está lejos de ser simplemente algo hecho para diferenciarse de otras agrupaciones. El set fue un poco breve, digamos que seis de sus canciones alcanzan para entrar en clima, pero no para salir satisfechos, pero así eran los tiempos para los teloneros. Aunque como estrategia sería genial, ya que luego de “Capricornvs”, “Cuchulain”, “Ain’t no hero”, “Let’s folk and roll”, “In my sword I trust” y “The hole” uno solo piensa en buscar cuándo será la próxima presentación de la banda.
“…Hey, hey, hey!/I’m a man with a plan!/The plan is to booze as much as I can!…”
El estribillo de “A man with a plan”, tema con que los finlandeses KORPIKLAANI abrieron su presentación, resume en pocas palabras el concepto general de casi todas sus canciones: beber y divertirse hasta más no poder. Y esto acompañado obviamente por una música acorde a esas líricas, desde ya. Extremadamente divertidos, adrenalínicos, carismáticos y con muy buena onda hacia el público. Con respecto a este último, nadie, pero ABSOLUTAMENTE NADIE paró de cantar las letras, tararear las melodías, saltar y bailar a lo largo de 23 canciones que no pasarían ningún control de alcoholemia.
Si bien son presentados como una agrupación de folk metal, lo escuchado sobre las tablas del Teatro Flores fue algo así como un rock muy pesado con un fuerte componente folk del norte de Europa.
El vocalista Jonne Järvelä estuvo hiperquinético durante toda la noche, interactuando mucho con la gente y hasta se animó con algunas palabras en español, que fueron “Muchas gracias Buenos Aires” y “¡Cerveza!”. Kalle Savijärvi en guitarra, Jarkko Aaltonen en bajo y el extrovertido baterista Samuli Mikkonen fueron los encargados de la parte más rockera del sonido de la agrupación, mientras que Sami Perttula y Tuomas Rounakari en acordeón y violín, respectivamente, pusieron el muy alegre toque festivalero con su participación permanente, acaparando todos los oídos, no dando tregua a una concurrencia que tampoco la pedía, como en “Kipumylly” en donde Jonne se puso a improvisar vocalizaciones haciendo participar a todos los que estaban debajo del escenario, los que a su vez sumaron en distintos momentos “… ole olé oleeee/Korpiiii/Korpiiii…” y “… ooohhh soy de Korpiiii/es un sentimientoooo/No puedo paraaaaarrrr…”
No faltó nada, hubo de todo y para todos. Tanto es así que si bien el setlist incluyó títulos como “Happy Little boozer”, “Jägermeister”, “Tequila” y “Vodka” (y varias otras por el estilo) en una de las barras del teatro, entre las muchas opciones de bebidas hasta se ofrecía… ¡Una cerveza sin alcohol! Para reírse, para llorar (de risa) o lo que sea, pero créanme que si la idea era pasar un rato de diversión a tope, esta fecha no dejó a nadie con las ganas.
Si hay que mencionar una canción en especial, deberá ser “Beer beer”, pero en la versión argentina: “Birra birra” con un invitado especial en la voz: el líder de SKILTRON, Emilio Souto.
Cuando llegó el final, ya la banda lo había dado todo y los concurrentes considero que ya no tenían energías para más. Si mal no recuerdo, todos aplaudieron agradecidos, pero no hubo un “… U-na-más/y no jodemos más!”, ni nada parecido. En todas las caras había una mezcla de felicidad y agotamiento que hablaba, a las claras, que el plan de estos seis hombres había resultado en un rotundo éxito.
