Entrevistamos a Emiliano Obregón de LÖRIHEN: “Aún sigo latiendo habla justamente del tiempo, las caídas y de aprender a sobreponerse a los golpes más duros de la vida”.


Con motivo del show que estará dando el mes que viene la histórica banda Argentina, cruzamos unas palabras con Emiliano Obregón, su guitarrista y miembro fundador.

MD: 20 años no es nada, dice el tango… Así que para arrancar les propongo volver dos décadas atrás y que me cuenten si lo que creían que LÖRIHEN por entonces, es lo que hoy es la banda. ¿Cómo se formó la banda?

EO: La banda se formó a fines de 1995, cuando comienzo a componer material para darle vida a un nuevo proyecto, después de pasar por unas cuantas bandas en mi adolescencia con influencias del Hard Rock y Power Metal de la época.

MD: ¿Qué cosas de hace 20 años creen que mejoraron en el metal argentino y qué cosas siguen igual o peor?

Pienso que hubo un cambio importante en cuanto a la actitud, a optimizar la energía, los recursos y de alguna manera profesionalizar el género. Los primeros años del Heavy Metal en la argentina fueron de hacerse a los golpes, y eso se reflejó en la manera de trabajar de la mayoría de las bandas hasta mediados de los 90. En nuestro caso, tuvimos unos primeros años bastante sucios y desprolijos por así decirlo, pero con el correr del tiempo empezás a entender las cosas de otra manera. No rendís al 100% si subís a un escenario totalmente ebrio, alcoholizado, no es la misma performance la de una banda que labura en la sala 8 hs. por semana de la que sube a zapar e improvisar. Y todo eso se refleja en el camino que uno termina transitando. Podés ir por el asfalto o por tierra, seguramente, a la larga si elegís ir a 200 km/h por el ripio vas a destruir el auto. En ese sentido creo que las nuevas generaciones trajeron un proceso de cambio que era necesario. Y, por otro lado, hoy hay muchísima más oferta musical que 20 años atrás, una mejor que la otra y con niveles de producción muy alta, situación que coloca la vara bien arriba. Está en cada banda dar el 500% para destacarse en una escena como la nuestra.

MD: Escuchando los discos e incluso viendo los videos, se nota una progresión en la banda. Recuerdo una crítica de un show de ustedes en la vieja Epopeya, dónde los catalogaban como “unas jóvenes calabacitas” en alusión al sonido en la vena de HELLOWEEN. ¿Hoy cómo se los podría definir?

EO: Creo que la banda tiene la capacidad de reinventarse disco tras disco, en pos de hacer lo que más nos gusta, música. Sin lugar a dudas el audio de la banda actualmente está lejos del primer disco, creo eso tiene que ver con la evolución, con la vigencia y la vitalidad, por ende sentiría una frustración absoluta si nuestro último trabajo sonará exactamente igual o muy parecido al primero. La banda siempre estuvo emparentada con el Hard Rock y Power Metal. Hoy en día nos sentimos más cómodos trabajando más la rítmica de una canción que la pirotecnia de un solo, y opino que eso le da justamente un plus a la línea melódica y al sonido en general.

MD: Uno de los pasos más traumáticos que puede tener una banda es el cambio de vocalista. ¿Cómo fue el proceso de la ida de Javier Barrozo y la llegada de Lucas Gerardo?

EO: Todos los ciclos llegan a su fin, y justamente creo que una de las aptitudes de LÖRIHEN como banda, fue la de adaptarse siempre a los cambios. Los temas de “Bajo La Cruz” estaban pre-producidos y no estábamos en sintonía con Javi en ese entonces. El proceso de búsqueda de un nuevo cantante fue breve, ya que a Lucas lo conocíamos de muchos años atrás, y yo veía su timbre e impronta vocal de manera ideal para los temas que formarían parte del nuevo disco. Al mismo tiempo una gira con muchísimos shows que sirvieron para que Lucas gane confianza como frontman de la banda. Cuando nos quisimos acordar, llevamos más de 10 años con la formación actual consolidada, dos discos de estudio, un DVD en vivo y otro en camino.

MD: ¿De ahí se puede decir que “Aún sigo latiendo” es mucho más que un simple título de un disco/tema?

EO: Vigencia, vitalidad, Resiliencia, “Aún sigo latiendo”. En todos los órdenes de la vida es así. Y dentro de una banda pasan muchas cosas que a veces no salen a la superficie. Pero suceden y marcan el camino. Sin lugar a dudas. Aún sigo latiendo habla justamente, de eso. Del tiempo y las caídas, de aprender a sobreponerse a los golpes más duros de la vida.

MD: Tener miembros que participen en distintos proyectos en simultáneo, ya sea ASSPERA o TEMPLE por ejemplo, es algo bastante común en Europa pero no tanto en la escena local. ¿Cómo se organizan a nivel ensayos, grabaciones, etc.? 

EO: Es complicado. La tecnología ayuda, te permite trabajar a distancia, y uno incorpora ciertas herramientas impensadas unos años atrás. Pero la realidad es que a veces no quedan muchas alternativas. Para la grabación y composición de nuestros discos trabajo solo, de manera independiente con cada uno de los chicos en el momento de la toma, pero todo el proceso de overdubs, post y mezcla prefiero llevarlo adelante en soledad. Optimizo más el tiempo y evitamos discusiones. Es un alivio también haber encontrado una metodología de trabajo que nos deje contentos a todos. El tema ensayos, tenemos 2 o 3 días fijos a la semana en el que los 5 estamos solo 1 de ellos. El resto de los días, se ensaya sobre la pista del que falta (excluyéndolo a Hernán que tiene que estar siempre firme, y yo, por el estudio, que es el lugar físico donde ensayamos).

MD: Siguiendo con el tema, ¿les ha pasado de tener que postergar algún proyecto a causa de LÖRIHEN o a LÖRIHEN por algún proyecto? ¿La cuestión económica llega a tener alguna influencia?

EO: Nos ha pasado de postergar muchas cosas por la banda. En lo personal, muchísimas. Y trascendentes realmente para la vida de una persona. Pero cada uno es responsable de sus elecciones y sus actos, en mi caso a los 40 años, habiéndole dedicado la mitad de mi vida a esta banda, la cuestión económica muchas veces influye en el tiempo que uno le dedica, sobre todo para aquellos que no viven directamente de la música, que tienen que repartir su tiempo en trabajo, familia y banda.

MD: Van a estar filmando un DVD ese día, en una costumbre que por suerte se está repitiendo más y más entre las bandas locales. ¿Qué significa a nivel inversión el hecho de grabar un show?

EO: Es una inversión y una apuesta muy fuerte. Mucha gente laburando el día del show, muchas cámaras, operadores, asistentes. Todos laburando para que no falle nada. La realidad es que a veces un alto nivel de producción y costos implica que la banda no se lleve un solo peso, pero que siga produciendo contenidos, algo fundamental para mantener un proyecto con vida.

MD: ¿Qué podemos esperar para el show de julio?

EO: Se van a encontrar con una banda que está laburando muchísimo, ajustando un set de poco más de 2 horas en el que repasaremos temas de todos los discos. Muchos invitados, filmación de un nuevo DVD y mucha energía puesta arriba del escenario. No dejen de ir, porque, por otro lado, nos acompañan dos terribles bandas amigas de muchos años: AZEROTH que vuelve a tocar en la Argentina después de 15 años y MAGNOS, la banda de Javi Barrozo que no necesita presentación alguna.

Nota: Rodrigo San Miguel

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